sábado, 15 de julio de 2017

Fin al monopolio del examen de inglés.


  • La irrupción de Oxford amenaza la histórica hegemonía de la Universidad de Cambridge en las pruebas de nivel.

La prestigiosa Universidad de Cambridge ha tenido la virtud de convertir sus exámenes de nivel de inglés en un estándar internacionalmente aceptado, un modelo de referencia para acreditar el conocimiento de la lengua anglosajona. Casi todo el mundo conoce los exámenes del First, delAdvanced o del Proficiency, los certificados de nivel que la Cambridge English Language otorga a quienes superan sus pruebas, equivalentes a los niveles B2 (intermedio), C1 (avanzado) y el máximo, el C2, que se puede equiparar al dominio de la lengua que tiene un nativo. Disponer de algunos de estos tres certificados, con la garantía de calidad de la universidad inglesa, ha servido hasta ahora para evaluar la competencia lingüística de estudiantes, empleados o funcionarios públicos.
En este escenario, que parecía inamovible, con una docena de organismos y entidades oficiales que a nivel catalán, estatal o internacional certifican el nivel de inglés, Cambridge incluido, todos bajo la supervisión del Consejo de Europa, ha irrumpido la Universidad de Oxford. Su examen, bautizado como el Oxford Test of English (OTE), aspira a discutir la hegemonía de su eterno rival universitario. En juego está un suculento negocio a escala planetaria, ya que cada aspirante paga para poder realizar su examen y acreditar su nivel.
Justamente hoy se harán en Barcelona los primeros exámenes oficiales del OTE, bajo la supervisión directa de profesorado de la universidad británica. Tras el verano, en setiembre, se realizará ya el lanzamiento a todos los efectos de los exámenes de Oxford en más de setenta centros autorizados. España es el primer país del mundo elegido por Oxford para poner a prueba su nuevo sistema.

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